Los padres se están desvinculando de la educación de sus hijos y se la deja en manos de los profesores. Y es que, la sociedad “no nos lo está poniendo fácil para poder ejercer nuestra función de educar a nuestros hijos”, asegura Ana, una madre.

Los profesores han perdido el prestigio social. Parte de ‘culpa’ la tienen los padres porque “no consideran que estén haciendo algo importante con sus hijos y los niños lo perciben”, comenta la profesora.

Los profesores cuando se encuentran en una situación de conflicto con un alumno, el padre le da la razón al niño en vez de a ellos. Lo que ha pasado es que “es mucho más fácil enfadarte con la escuela que cuestionar lo que está haciendo tu hijo”, declara Alicia, la profesora.