En el año 1997, el Gobierno de la Generalitat Valencia plantea cambiar el modelo de gestión sanitaria y a Alzira hacer un hospital de gestión privada. Sólo se presenta una empresa al concurso: UTE Ribera Salud, una unión temporal de empresas.

La Generalitat paga un precio anual por cada uno de los habitantes que dependen del hospital “vengan o no vengan”, comenta Toni Martínez, periodista ‘La Marea’.  “En el 99 eran 204 euros y había 230.000 habitantes, unos 47 millones de euros anuales que pagaba la Generalitat a la empresa privada para que gestionase el hospital”, explica Toni Martínez.

Los tres primeros años no ganaron dinero y hubo lo que se conoce como “rescate” por parte de la Generalitat. Le dio 44 millones de euros por el dinero estimulado que faltaba por amortizar la construcción del hospital y 25 millones más por un “lucro cesante”, por el dinero que la empresa iba a dejar de ganar.

Después de esto, la Generalitat convoca un nuevo concurso donde se vuelve a presentar la misma empresa. Cambiaron las condiciones de trabajo, entre ellos “el canon que pasa a ser de 379 euros por habitante”. Además, pueden atender a pacientes que no son de su misma área donde les pagan también par atención. “Ahora sí son rentables”, declara el periodista.

Ahora el canon son 639 euros “más rentable que antes”. Si se hubiera gestionado todo de forma pública no se sabe si hubiera sido más rentable “porque no hay datos”.

El comisionado que fue Manuel Marín era quien controlaba las condiciones en la Generalitat “No denunció y ahora trabaja como Director Gerente del hospital”, comenta.