El periodista José Martí Gómez es un defensor de la televisión pública. En la entrevista concedida a ‘Salvados’ explica que el país tiene que tener una televisión pública porque “tendrían que ser unos entes al margen de las presiones políticas, la presión publicitaria, de cualquier manipulación”.

El periodista pone “suspenso”  a la independencia informativa de Televisión Española porque “no hay manera”, asegura José, quien pensaba que cuando gobernara la izquierda sería una cadena pura, honesta y “después ha resultado que no”.

Trabajó vinculado a la televisión de Cataluña durante un tiempo. Fue presidente del Consejo Asesor de Contenidos y Programación, un cargo del que dimitió a los tres meses porque “era un invento que no servía para nada”. “Estaba formado por 21 personas que no tenían ni idea de televisión, para marcar las líneas”, explica, algo que sigue existiendo aunque se ha reducido.

El político mete las manos en los medios públicos, aunque menos que antes porque ahora “las redes sociales están desplazando a la televisión y a los políticos como influencia”.

El Gobierno controla una televisión porque este nombra a altos cargos y “el redactor  tiene miedo” porque “les hacen pasillos” le apartan.

La redacción acepta los criterios políticos por encima de los periodísticos porque, con la crisis, se acepta con resignación pensando “que no me toque a mí”.