Más de cinco millones de personas siguieron Operación Palace, el primer falso documental que se emitió en la televisión en España. Jordi Évole y su equipo nos hicieron creer que el golpe de Estado del 23F había sido un montaje urdido por el famoso director de cine José Luis Garci y que, además, había sido encargado por las fuerzas políticas.

Según nos han contado los espectadores, uno de los elementos que más veracidad le infundió a la historia fueron los personajes que participaron en ella, no solo porque habían vivido el 23F, sino porque eran "voces autorizadas".

Y es que Operación Palace contó con la presencia de destacados políticos de la época como Joaquín Leguina, Jorge Vestrynge o Iñaki Anasagasti. También dieron su ‘versión’ periodistas de renombre como Iñaki Gabilondo, Luis María Ansón o Fernando Ónega; y para rematar el discurso, el contexto histórico fue explicado por el catedrático de Historia Contemporánea de la Universitat de Barcelona, Andreu Mayayo.

Creíble al inicio, sospechoso según avanzaba

De los más de cinco millones de personas que siguieron el programa, algunos se lo creyeron: "Ver la credibilidad con la que se hilaba todo me dejó flipando. Me metí en Twitter y evidentemente eso era una bomba, la gente le daba credibilidad, le daba notoriedad y yo no pude hacer nada más que tragarme el gol", confiesa uno de los espectadores.

Otros comenzaron a desconfiar a medida que avanzaba la trama: "Vi algún detalle que me hizo sospechar que podría no ser cierto", "me lo creí hasta que salió Garci y luego la caja misteriosa que acompañaba al Rey en todos sus viajes, ahí ya dije 'el Évole nos la ha colado del tirón'", son algunas de las vivencias que expresan los espectadores. En cambio, algunos detalles concretos ayudaron a despejar la duda: "Me lo creí hasta que apareció Fernando Ónega, ahí pensé: Ónega no puede estar haciendo bromas sobre el 23F, ahí no me lo creo", expresa un espectador.

También hubo parte del público que se ofendió profundamente tras conocer el final: "Cuando lo vi me ofendí muchísimo, no sabía si era una estafa o si estaba dentro de los límites de la ética profesional", confiesa una espectadora.

Pero la gran mayoría coincide en que el 'experimento' les hizo reflexionar: "Para mí ese día cambió el concepto de televisión para siempre", reconocen muchos. Operación Palace hizo que el público se plantease la credibilidad de los contenidos que se presentan en los medios de comunicación: "Entendí por primera vez cuál es el poder de manipulación que tienen los medios y cómo nosotros somos capaces de creérnoslo absolutamente todo". Y muchas personas creen que el documental debería proyectarse en colegios, institutos y universidades "de forma reflexiva y crítica", para que alumnos y alumnas sean conscientes de la importancia de verificar todas las informaciones que reciben.

"Como caiga la Transición en el examen de historia la hemos liado"

"El examen de historia va a ser una locura", pensarían muchos estudiantes que siguieron perplejos el documental, al menos según refleja uno de los espectadores: "'¡Madre mía! Como caiga la transición en el examen de historia la hemos liado porque no me da tiempo a prepararme todo esto que lo cambia todo".

Pero no fue el único con ese pensamiento. Una clase entera también estaba pendiente de Operación Palace y "comentándolo todo por el grupo de WhatsApp": "Nadie estaba estudiando, y por supuesto nos lo creímos todos y estábamos súper indignados porque, '¿qué mierda era lo que aprendíamos en el instituto si luego lo que pasaba no tenía nada que ver?'".

Operación Palace marcó un punto de inflexión en la forma en la que muchas personas entendían los medios de comunicación y, aunque quedó claro que todo había sido un montaje, algunos todavía desconfían: "Al final la mentira era la vuestra, o no, porque todavía no sabemos toda la verdad".