Miquel Porta, catedrático de Salud Pública de la UAB, asegura que hay motivos muy serios y muy graves para estar alarmados sobre lo que comemos. A veces, se habla de compuestos que están bien analizados. Y es que, “los aditivos pueden ser seguros, pero hay compuestos que tienen efectos indeseables muy graves”.

Miquel comenta que hay estudios que demuestran que el DDT causa cáncer. Es un pesticida que se prohibió hace 35 años en España y se detecta en el 88% de españoles porque el organismo vivo no lo elimina.

"Hay compuestos que tienen efectos indeseables muy graves"

Los tóxicos llegan al cuerpo a partir de lo que “comemos”. El 97% de las dioxinas y PCBs que hay en el cuerpo proceden de las partes grasas de los alimentos que se consumen, es decir, llegan antes a los animales que se consumen a través del pienso con el que se alimentan.

A parte de con los piensos, “las toxinas llegan a los animales en forma de medicamentos”, como las hormonas y antibióticos. Hay muchos conocimientos de que “estos compuestos son tóxicos”. El catedrático comenta que “somos muy negligentes los ciudadanos en exigir a las administraciones que apliquen las leyes que les obligan a vigilar si lo que comemos está contaminado”.

Según a qué niveles “los tóxicos están permitidos”. El problema es que “se mira cada producto por separado, pero lo que está en nuestro organismo es esa mezcla de tóxicos todo tipo”. “Nosotros somos la coctelera, el depósito de contaminantes”.