Sentado en su despacho de Moncloa, Rajoy se enfrenta a su principal quebradero de cabeza y afirma que no mintió sobre el caso Bárcenas siendo consciente.

Jordi Évole le enseña sus mensajes de apoyo al extesorero enviados poco después de conocerse sus cuentas millonarias en Suiza. "Me arrepiento como es normal de haber mandado esos SMS", respondía el presidente del Gobierno en funciones.

Aunque intentó dar carpetazo, visiblemente incómodo, al capítulo Bárcenas: "Las cosas ya están suficientemente explicadas".

Él mismo recurre a su extesorero para esquivar otro tema espinoso, a la pregunta sobre quién había dimito por pagar con dinero negro la reforma de la sede del PP en Génova, Rajoy respondía "Bárcenas".

Según avanzaba la entrevista en Salvados, Rajoy lamentaba que solo se ponga el foco en lo malo: "Seamos constructivos". Si algo tiene claro, al menos de momento, es que no piensa tirar la toalla: "No voy a dar un paso al lado". Ajeno a clamores anónimos, Rajoy presume de contar con el apoyo mayoritario de su partido.