El ‘New York Times’ publicó como imagen de España en su periódico, a un hombre buscando comida en la basura. Esta instantánea es “una realidad”, según Manuel Bruscas, consultor social, porque “para muchos españoles los contenedores de basura son su fuente principal de alimentación”.

Se calcula que “hay entre 3 y 4 millones de españoles que pasan hambre”. A raíz de la crisis, hay mucha gente que está “en una situación dramática”.

Cuando se pasa hambre “se habla de gente que no puede cubrir sus necesidades básicas de alimentación. Niños que la única comida en condiciones que tiene es la del colegio”, comenta Manuel.

España sigue siendo un país donde se tira mucha comida a pesar de la crisis, “9 millones de toneladas de comida al año”. Y es que, “cada español tira unos 135 kilos de comida al año”, asegura el consultor social.

El desperdicio de comida se reparte un 60% en los supermercados o los fabricantes, los que suministran los alimentos; un 20% en las familias y el resto en restaurantes, colegios…

Los supermercados contribuyen a este despilfarro por “lo que hacen tirar a los fabricantes de comida, lo que ellos tiran y lo que hacen tirar a los consumidores”, explica Bruscas.

Al año, “300 euros de lo que gastamos en comida se tira a la basura. Solo con la comida que tiramos en Europa y Estados Unidos se podría alimentar a toda la población del mundo”.

Manuel declara que “el hambre en el mundo no tendría por qué existir, hay comida de sobra para alimentar a todo el planeta. Sobra comida”.

Hay soluciones para no despilfarrar: “concienciación; trabajar con la industria, es decir ser transparentes y publicar cifras de la comida que están despilfarrando; y ayudar a la redistribución”.