Cae la noche y el museo Thyssen cierra sus puertas. Después de que todo el mundo abandone las instalaciones, Jordi Évole arranca su entrevista a Tita Cervera: "Estar en el museo Thyssen y que te lo enseñe la baronesa es como estar en el Reina Sofía y que te lo enseñe la reina Sofía. Bueno, lo mismo, no. La reina no ha cedido sus cuadros al museo, no eran suyos. Usted sí que los ha cedido a su museo".

Tras estas palabras, Tita Cervera sale en defensa de doña Sofía: "La reina también porque la Familia Real tuvo muchos cuadros. No están en el Reina Sofía, pero sí en el Prado".

Sincerándose con Jordi Évole, Carmen Cervera relata que habla con los cuadros. "Cada cuadro tiene su humor. Parece mentira, pero tienen alma. El pintor, cuando ha dado de sí, sobre todo obras buenas, ha dejado parte de su alma".

Poco después, la baronesa Thyssen cuenta que se siente "muy familiarizada" con todos los cuadros del museo: "Los he vivido en Lugano, en el museo privado que teníamos". Además, relata que cómo ella, tiempo atrás, se paseaba entre las obras con un traje blanco vaporoso y una copa de vino.

Además, Tita Cervera también relata cómo alguna vez ha estado de noche en el museo Thyssen "cuando lo han tenido que abrir para alguien".