Gonzo entrevista en Salvados a cuatro mujeres que forman parte de un grupo de apoyo a mujeres que abortan. El grupo ha llegado a tener más de 20 personas en él. A Claudia, residente de médico de familia, le informaron en Murcia a las 20 semanas de embarazo que su hijo Miguel tenía una enfermedad incompatible con la vida. Para abortar la mandaron a una clínica privada, pero al informarse y ver que tenía malas críticas, decidió ir a una de Madrid, también privada de la que una ginecóloga le había hablado mejor. Pero la experiencia fue terrible.

"Tenía claro que me moría allí"

"Me asusté cuando vi al médico y a la matrona agobiadas sin saber qué hacer", afirma Claudia sobre lo trágico que fue abortar en una clínica privada de Madrid en la que estuvo a punto de morir.