El cantautor Lluis Llach se arrepiente “un poco” de haberse bajado de los escenarios: “Uno imagina que desde arriba de los escenarios podría influir un poco en la gente y participar con tus cancioncillas porque me parece que en la aventura en la que estamos esto es muy simbólico de lo que está pasando”, comenta.

Lluis explica que la gente que ha vivido la Transición, tenía la esperanza de que “España fuese un proyecto de futuro desde la libertad, desde la autodeterminación… Yo no era independentista, era ‘autodeterminacionista’”. Sin embargo, ese sentimiento poco a poco se “degeneró”. El cantautor cree que la primera degeneración empezó con “Felipe González, con el PSOE y después lo continuó un Aznar que nunca hubiese ganado, en una España normal, y ahí empezamos a retroceder”, asegura.

"En España hay un proceso que cada día es más fuerte de demanda inmediata de regeneración"

Lluis Llach asevera que “en España hay un proceso que cada día es más fuerte de demanda inmediata de regeneración”. Aclara que en “toda España”. Lo que pasa que, según el artista, “Cataluña tiene un instrumento de cohesión” que es la independencia, o “el derecho a la autodeterminación y el decidir nosotros mismos lo que queramos ser”. Ese derecho a la autodeterminación es lo que les ha “movilizado” y hace un paralelismo: “Los de Podemos y nosotros, en realidad, son dos respuestas distintas a un estado caótico de perversión de la democracia”, asegura.

Lluis habla de la fuerte lucha que viene de hace siglos entre el poder y la ciudadanía. “En el estado español, actualmente, lo que existe es la lucha poder-ciudadanía, que en Cataluña lo solucionamos a través del anhelo de ser nosotros mismos, de buscar la libertad, la democracia real con la independencia; y en España, hay ese movimiento de limpieza que, en estos momentos, representa Podemos, que ni tan siquiera se tiene que definir ideológicamente”.

A sus seguidores españoles, decepcionados con que quiera independizarse de España, el cantante de protesta les explica no pretende que su decisión se la tomen como un agravio o un insulto a España ni a los españoles. “Nos queremos liberar de unas cadenas que vienen de muy lejos y que en estos momentos el Estado español representa”, asevera. “O España tiene en cuenta que Cataluña es un ente que ha decidido coger su soberanía, o estamos en un choque”, añade.

Jordi Évole destaca el entusiasmo de los independentistas por el ‘sí’ de la votación del 9N, aunque no tiene mucha validez política. Sin embrago, se pone en el supuesto de que un día se vote de verdad, y salga que no. Lluis Llach asegura que lo aceptarían: “Lo tenemos muy claro todos” y reconoce algo, que según él no reconoce ni PP ni PSOE: “el potencial del ‘no’ es muy posible”, asevera el artista.

Volviendo a ‘Podemos’ y viendo la clausura de la asamblea del partido, Llach ve que “otra España es posible”. “Si España un día es un país abierto, democrático, y que es capaz de reconocer la diversidad, nosotros estaremos muy cercanos a buscar todo tipo de pacto posible”, asegura desde el supuesto de que consigan la independencia. “Si a nosotros se nos da el derecho a decidir, todo es posible”, concluye.