Jordi Évole se sienta con un grupo de jubilados que suele ir al bar de carretera cerca de su pueblo en Alfajarín para tomar café, ya que es más entretenido que el bar del pueblo.

Uno de ellos cuenta que los últimos 23 años trabajó en una fábrica de 'containers'. Ahora se dedica a "cuidad de su mujer" porque le han "operado de la cadera dos o tres veces". Tiene tres nietos, y uno de ellos, de 14 años, juega en la cantera del Real Madrid.

Marc Cucalón es el nombre de su nieto. A pesar de que es del Madrid su abuelo confiesa que siempre ha sido del Barcelona. "Ahora queremos que vaya bien al Madrid también", confiesa. Su deseo es que con 18 o 19 llegue al primer equipo.

Otro de los jubilados explica que siempre ha sido monitor de autoescuela hasta que entró en una fábrica de embalaje de cartón. Pasó de vivir en Amposta a vivir en Alfajarín, todo un cambio. Él lo dio todo en su trabajo, y reconoce que aun hoy en día piensa todos los días en trabajar.

Además, Jordi Évole ha entrevistado al conductor del autobús del Atlético de Madrid, que ha explicado que cogió "el trabajo en memoria" de su hermano, que falleció hace tiempo y era muy aficionado al fútbol y a este equipo.

Otra de las historias más emotivas de este programa es la de este matrimonio que tuvo que dejar el restaurante que llevaba en "el cruce con Andorra" para cuidar a uno de sus hijos. "Se quedó en estado vegetativo tras un accidente y murió 12 años después", explican.