"¿Es verdad que hay trabajadoras que son castigadas y que de una forma un poco arbitraria los patrones las retiran de la recogida durante unos días y no les pagan?", pregunta directo Jordi Évole al empresario Fresero Antonio Luis Martín 'Curi'.

"Yo no lo calificaría como castigadas, es un tipo de arresto psicológico", responde 'Curi'. Después, explica sus palabras: "Hay mujeres que se han seleccionado que no son aptas, que no son de la agricultura y después cuando llegan aquí la fresa no da para pagar el salario. Una forma de motivarlas es decirles: 'Tú a lo mejor no has cogido porque estás muy cansada, te voy a dejar parada un día o dos y después ya tendrás más fuerza para empezar a trabajar otra vez".

Tras escucharle, Jordi Évole no duda en decir que es un "bonito eufemismo" hablar de arresto psicológico.

No obstante, 'Curi' añade que este tipo de decisiones las toman "quienes tienen a su cargo un montón de gente, no la han seleccionado y no rinde lo que tiene que rendir". Finalmente, añade: "¿Qué menos que te cojan 100 kilos de fresa, no?".

"Hay gente que merodea por la noche buscando carne humana": las impactantes palabras de un empresario fresero sobre los abusos a las temporeras

Antonio Luís Martín 'Curi', empresario fresero, habla con Jordi Évole sobre las denuncias que varias temporeras han puesto a varios manijeros, los encargados del campo, por abusos sexuales: "Yo tengo una manijera. Me gusta que sean las mujeres con las mujeres. Con el tema de los manijeros, de que se meten con las mujeres, los abusos que dicen que hay. Así que yo no tengo un hombre por si acaso".

"Los abusos, el invento este que he visto. Yo pienso más a lo mejor en otras cosas y que tergiversa la información de gente que viene por la noche a merodear por los campos", afirma 'Curi'. Unas palabras que dejan tan sorprendido a Jordi Évole. "¿Qué buscan?", pregunta el periodista al empresario. "Buscan la carne. La carne humana, ¿qué van a buscar?", responde tajante 'Curi'.

Así habla un empresario fresero sobre las temporeras: "Hay que tenerlas muy bien concienciadas para que yo pueda tener éxito"

Jordi Évole se ha trasladado hasta Cartaya, en Huelva, para hablar con Antonio Luís Martín 'Curi', empresario fresero, que da su versión.

"La fresa era el oro rojo, pero ahora es sólo un cultivo más", asegura. Además, explica que tienen un gasto muy grande y que eso le impide pagar mejores salarios.

Sobre las temporeras, las define como "muy buenas trabajadoras y muy responsables con el trabajo que están haciendo". En este sentido, añade: "Esto es un producto alimentario que no tiene cáscara y hay coger y tenerlas muy bien concienciadas para que yo pueda tener éxito".

Estas son las condiciones laborales de las temporeras: una jornada entera agachadas recogiendo fresas a seis euros la hora

El empresario fresero Antonio Luís Martín 'Curi' explica a Salvados que tiene 98 temporeras trabajando, que pasan siete horas diarias recogiendo fresa y que les paga a 6 euros la hora.

'Curi' asegura que no puede pagarles más: "Tendrían que ganar mucho más, me gustaría pagarles más, a mí y a toda la gente de Huelva, pero ¿crees que nos pueden pagar a nosotros a 30 céntimos el kilo de fresas?".

El empresario insiste en que "el producto no da más beneficios para poder pagar más dinero" y que si lo hiciera "tendría que vender una finca porque la fresa no da".

Duchas sucias, con insectos y en barrancones: las pésimas condiciones en las que se ven obligadas a vivir las temporeras extranjeras

La abogada Aintzane Márquez muestraa Jordi Évole un vídeo en el que se puede ver las pésimas condiciones a las que se ven obligadas a vivir las temporeras cuando llegan a España para trabajar en el campo.

"'El País' sacó algunos vídeos de las trabajadoras en los que se ven que las duchas tienen arena y están sucias. Esto es ya una cosa que nos decían ellas mucho, como que están llenas de insectos y que había mucha aglomeración, en las habitaciones había muchas mujeres, más de las que cabían", critica Aintzane Márquez, abogada de la Organización Internacional 'Women's Link'.