Durante su etapa como presidente de la comunidad autónoma de Castilla y León, a Demetrio Madrid lo denunciaron por una supuesta venta fraudulenta. Por este motivo, el político toma la decisión de apartarse de la política hasta que se demostrase su inocencia, sentencia que no se dictó hasta dos años y medio más tarde. “Es lo que volvería a hacer”, afirma tajante.

El ex presidente está convencido de que su proceder fue correcto: “Yo creo que es bueno dimitir. Es sano”. Además, asegura que el apartarse de la política le permitió afrontar el proceso judicial con mucha más contundencia, ya que piensa que “para la defensa de la causa es mucho mejor ir como un ciudadano normal”.

"Yo creo que es bueno dimitir. Es muy sano"

En este sentido, Madrid afirma que “no es obligatorio estar en la vida política” y busca ejemplos en otros países de nuestro entorno, en los que “si una persona se ha visto comprometida, dimite con toda naturalidad”.

Por este motivo, no está de acuerdo con que el PSOE lleve imputados en sus listas, independientemente de que sean o no culpables. También reconoce que no quiere ser ejemplo de nadie, ya que de lo contrario terminaría “siendo incómodo hasta para el propio partido”.

Madrid relata a Jordi Évole las jornadas en las que tomó la decisión de renunciar a su cargo. En primer lugar llamó a José María Aznar, quien a su vez convocó una rueda de prensa en la que le exigía dimitir. El ex presidente hace hincapié en la importancia de esta renuncia para el auge político de Aznar y afirma que “si no hubiese dimitido, Aznar no hubiese ganado las elecciones en Castilla y León”.