José Manuel Ripollés Barros era el hermano de Curra Ripollés, Asociación de Víctimas del YAK-42. Fue una de las 62 personas que murieron en el accidente del famoso Yak-42 en el 2003 volviendo de Afganistán. La familiar asegura que nunca se le ha comunicado oficialmente el fallecimiento de su hermano. “Oficialmente, mi madre, a día de hoy, no ha recibido ninguna comunicación. Yo me tuve que enterar por mi jefe de informativos que mi hermano había fallecido en el avión porque recibíamos comunicación del Ministerio de Defensa”, explica.

"Esos señores no le han dicho a mi madre que su hijo ha fallecido"

Sin embargo, el ministro de Defensa de la época, Federico Trillo, declaró: “Los tres jefes de Estado Mayor, de los tres ejércitos, y el general director de mi gabinete militar quedaron encargados de contactar personalmente con las familias y tras notificarles nuestro pesar por la tragedia ponernos absolutamente a su disposición”. Para Curra, “una más de todas las mentiras que a partir de ahí empezó a contar este señor” porque a su madre “esos señores no le han dicho que su hijo ha fallecido”.

La miembro de la Asociación de Víctimas del YAK-42 asevera que el Ministerio de Defensa nunca les quiso recibir. “Estaba ante una crisis tremenda, de la que tenía que sacar pecho y figurar. Mira cómo fue a Turquía”. Hasta allí se desplazaron el general Navarro, los dos médicos y otras autoridades, “porque tenían que tenerlos supuestamente identificados para el funeral de Estado que iba a ser inmediatamente después”.

Una identificación curiosa a la que a Curra se le pone la carne de gallina cada vez que la recuerda. El accidente es el 26 y el funeral es el 28. La supuesta identificación se hizo en 48 horas. “La identificación no se hizo, Jordi. No se les puede identificar. Es que si yo te digo: ‘La identificación no se hizo’ te estoy dando por hecho que se les ha identificado, pero es que nunca se les identificó”, asevera.