Salvados ha viajado hasta Alemania, en concreto a un pueblo pequeño de 2.500 habitantes a hora y media de Múnich y cerca de los Alpes: Wildpoldsried. Allí, la gente del pueblo, en sus casas, genera ocho veces más electricidad de la que acaban consumiendo. Pero, ¿cómo lo han conseguido? Ramón Arndt, un vasco que lleva 30 años en Alemania y que es el responsable de Planificación Estratégica en el Ayuntamiento de Múnich, específicamente, en temas de sostenibilidad, lo explica en el vídeo que acompaña a estas líneas.

"Hace más de 20 años un ganadero de aquí dijo, 'yo tengo aquí mis vacas y con esto puedo generar biogás'. El estiércol va generando biogás y se va acumulando, llenando de metano y ese metano luego lo quemas en la planta energética de tu finca cuando tú quieras", detalla Arndt, que presenta a Gonzo al ganadero, Wendelin, más conocido en el pueblo como 'el papa del viento'. ¿Cómo decidió cambiar la forma en la que generaba la energía ahí? ¿cuánto dinero invirtió en aquella primera instalación? En la actualidad, en su granja, ¿qué sistemas tiene para generar energía renovable? ¿alguna vez una gran empresa energética o eléctrica le ha ofrecido dinero para que parara? 'El papa del viento' responde a todo en el vídeo.

La clave del éxito de Wildpoldsried

Gracias a la venta de energía sobrante de edificios municipales, los vecinos de Wildpoldsried apenas pagan por guarderías y gimnasios. El concejal Thomas Pfluger desvela la clave en este vídeo.