Llegó a un acuerdo con la Iglesia, pero ésta no cumplió
La amenaza de la Iglesia a Mar tras "engañarla" con una casa parroquial: "No te pongas tonta o te denunciamos por okupa"
"Si no te fías de un cura, ¿de quién te vas a fiar?", se pregunta Mar Martino, una vecina de Coya, Asturias, que reformó la casa parroquial del pueblo con permiso del Iglesia, pero, tras gastarse 3.000 euros, no se la alquilaron.
Gonzo entrevista a Mar Martino, una vecina del pueblo asturiano de Coya desde 1995. La mujer, en fase para que la jubilen por enfermedad, cuenta al periodista su mala experiencia con el Arzobispado de Oviedo.
A finales de 2019, Mar tuvo que dejar su casa por problemas personas, "de temas de herencias", por lo que se puso a buscar otra en la que pudieran vivir además, su tía de 92 años y su compañero. Aunque en principio se fueron a casa de su hija, se les ocurrió la idea de preguntar al cura del pueblo si podrían vivir en la casa parroquial, que en ese momento estaba vacía y prácticamente abandonada.
Con el sí del cura y un acuerdo con el Arzobispado de Oviedo, que le obligada a dar 450 euros mensuales de alquiler más acarrear con los gastos de la reforma integral de la vivienda, la mujer comenzó a vivir ahí tras gastarse más de 3.000 euros en reformarla. Aunque ne un principio iba a firmar un contrato con el Arzobispado, éste comenzó a darle largas hasta que, finalmente, y tras invertir ella en la reforma, le deniegan el alquiler e incluso la amenazan con denunciarla por okupa si no abandona la casa parroquial.
Y es que tras reformarla Mar Martino, el arzobispado quería ponerla en alquiler, pero a otra persona. "Me siento engañada y robada", afirma Mar. Puedes conocer su historia completa en el vídeo principal de esta noticia.
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