José Luis López-Sors defiende que él fue el encargado de tomar la decisión de que el Prestige se alejase para hundirse en el mar. Una afirmación que muchos dudan, acusándole de estar "cubriéndole las espaldas" a otros altos cargos, algo que él niega. Sin embargo, confiesa que se sintió solo y poco respaldado por algunos cargos políticos del PP. "Me sentí vilipendiado por los cargos políticos del segundo Gobierno del PP, del Ministerio de Fomento. Parece que habían cambiado de color".

Además, recalca que lo que menos le gustó es que él tuvo que pagarse el transporte hasta Galicia así como los hoteles y las comidas. Unos gastos que considera que él no tendría que haber costeado porque "venía a defender al Estado".