Percebeiros y mariscadoras que se vieron afectados por la catástrofe del Prestige sienten que las ayudas económicas que recibieron en aquel momento fueron un intento del Gobierno por intentar "callarles". Una acusación que Enrique López Veiga, exconselleiro de Pesca, tacha de "tontería".

"Si de verdad creemos que la gente está en la política por comprar silencios, entonces sí que vamos mal", indica a la vez que recalca que la Administración tuvo una respuesta rápida y actuó de forma ágil al dar a los afectados las ayudas que habían acordado 20 días después del accidente.