Gonzo se reúne con un exalumno de un colegio de los Jesuitas, quien cuenta, sin tapujos, todos los abusos que sufrió en el centro. El hombre recuerda que los profesores decían "que la letra con sangre entra" y que tenía un profesor, el hermano Bizarro, al que conoció "de muchas formas": "Los coscorrones en la cabeza, tirarte de las patillas, las bofetadas a mano abierta, de rasgarte la piel con las uñas... "También estaba el rector, que se encargaba de la disciplina y si te echaban de clase, a bofetadas con todo el mundo", relata.

Así, el hombre cuenta que una vez lo echaron de clase por hablar y pasó "45 minutos" en los que sintió "el mayor terror" de su vida. "Nunca me olvidaré, porque sabía que en cualquier momento salía el padre Requejo de su oficina, entraba en el pasillo y empezaba a repartir. Y oías a los niños empezar a llorar y sabías que te iba llegar a ti. Normalizábamos eso. Se lo decías a tu padre y te decía: 'Algo harías'", expresa el hombre, quien también cuenta a Gonzo los terribles abusos sexuales que sufrió siendo solo un niño de seis años.