Desaparición de mercancía o devoluciones erróneas son algunos de los problemas a los que tienen que hacer frente las empresas que trabajan como proveedoras de Amazon, lo que repercute en que ellos sean los que acaban sufriendo pérdidas. Una situación a la que se suma el hecho de que pueden bloquearles la cuenta cuando un cliente les acusa de vender productos falsos. "Un cliente devuelve un producto porque, según él, es falso, y Amazon te pide las facturas de esa compra", explica Luis Cerrillo.

Para solucionar este asunto, Luis asegura que la plataforma se aprovecha de los contactos que sus proveedores tienen. "Lo que hace es coger esos contactos de ese proveedor y llamarles para comprarles a ellos directamente".