Salah Jamal vivió su infancia en Palestina, en la ciudad de Nabul. Allí recuerda cómo se enfrentaba con piedras a soldados israelís: "A los 13 años, cuando ocuparon mi ciudad, entraban a las casas gratuitamente, te cogían por el pelo, te arrastraban".
Asegura que los soldados israelíes hacían "toques de queda": "Cerraban la ciudad durante 10 o 15 días", ha expuesto en una entrevista con Gonzo en la que ha reconocido que lo que le llevaba a tirar piedras a los soldados era la "impotencia": "Mis padres, con 60 años, estaban humillados, y trataban de torear al soldado para proteger a los niños".
Distintas visiones
¿Tiene que haber una edad mínima para que un niño tenga un móvil? La visión de una familia en Salvados
Gonzo enseña un tercer juego a la familia con la que se sienta para hablar sobre el uso del teléfono móvil. En la mesa, varios creen que los jóvenes no deberían acceder a un 'smartphone' hasta los 16 años.