Pero durante media hora...

Elvira Lindo, sobre su rechazo a la oferta de Pedro Sánchez de ser ministra de Cultura: "Le pedí media hora para no decir 'no, gracias' y colgar"

Elvira Lindo tiene claro que, de ser ministra de Infancia y Juventud, prohibiría el uso de móviles en la infancia. Sin embargo, cuando tuvo la oportunidad de entrar en el Gobierno de Pedro Sánchez, rechazó la oferta. Gonzo quiere saber el motivo y ella lo desvela sin tapujos en Salvados.

Elvira Lindo, sobre su rechazo a la oferta de Pedro Sánchez de ser ministra de Cultura: "Le pedí media hora para no decir 'no, gracias' y colgar"

Elvira Lindo fue madre con 22 años en los 80 y tiene claro que prefiere haber criado a su hijo en aquella época, cuando no había pantallas. La escritora habla con Gonzo en Salvados de su cruzada personal contra el abuso de los móviles en la infancia y afirma que, si llegara a ser ministra de Infancia y Juventud, prohibiría su uso por los menores de 15 años.

Sin embargo, cuando pudo llegar a ser ministra, rechazó la oferta. Pedro Sánchez se puso en contacto con ella en 2018, en la conformación del Gobierno de su primera legislatura, tras la moción de censura. Lindo fue su primera opción, antes que Máximo Huerta.

Por qué le dijo que no a Pedro Sánchez

"Yo no me vi nada preparada, eso para empezar", reconoce sentada en uno de los entornos naturales más bellos de Ademuz, el tranquilo pueblo de Valencia con apenas mil habitantes en el que tanto ella como su pareja, el también novelista Antonio Muñoz Molina, han encontrado una suerte de refugio, una paz que las grandes ciudades en las que ambos han vivido no han sabido darles.

La calma, la tranquilidad y el sosiego eran también entonces su prioridad. "Es muy probable que, desde el primer momento, se hubiera mirado con una atención mi vida, mi matrimonio, mi familia...", reflexiona. "Yo voy por el mundo libremente", reconoce. Y aquello, sin lugar a dudas, iba a quitarle toda la libertad.

"Me dijo: 'Soy Pedro Sánchez y quiero ofrecerte algo'". Ella le pidió media hora. "Me parecía que decir que no, así, 'no, gracias' y colgar, estaba feo. Y entonces le llamé a la media hora y le dije: 'Te lo agradezco mucho, pero no, no puedo serlo'", rememora en este entrevista.

Eso sí, durante media hora se sintió como nunca antes en la vida... como una ministra. "Estuve sentada en mi sofá y dije: 'Soy como la ministra de Cultura, ¿no?'. Me voy a sentar aquí un rato con este poquito de vanidad, así de 'han pensado en mí para esto'", cuenta entre risas. Pero ella siempre tuvo claro que aquello "era un disparate".

Lo que le hubiera gustado decirle al presidente

"Pero ¿no ves que yo te puedo hacer meter la pata, que soy imprevisible, que voy a decir lo que pienso? No tengo manga ancha para aceptar cosas que a lo mejor tu Gobierno va a apoyar", le gustaría haberle dicho al entonces flamante presidente del Gobierno.

"Yo no soy la persona", insiste tras asegurar que ella es incapaz de "tragarse sapos", algo indispensable, a su juicio, en política.

Cuando Antonio Muñoz Molina fue director del Instituto Cervantes en Nueva York

Antonio Muñoz Molina se mostró en todo momento conforme con su decisión. Él mismo aceptó un cargo como director del Instituto Cervantes en Nueva York al que renunció dos años después. Una experiencia que sirvió a Elvira de advertencia: "Cuando te pones ahí y te ha puesto un partido, ya tienes que aguantar todo lo que digan sobre ti y todo eso".

"Él durante dos años hizo un trabajo magnífico en Nueva York, pero a los dos años yo le dije: '¿Tú quieres este tipo de vida? Porque yo no'. "Lo dejó y fuimos mucho más felices", asegura.

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