El capitán del Prestige fue a la cárcel unos meses, tras los cuales consiguió salir después de pagar una fianza. Sin embargo, tenía la obligación de permanecer en España y acudir cada día a la comisaría más cercana de la Guardia Civil. "Se sentía secuestrado", asegura Juan Zamora, capitán y doctor en Marina Civil.
Juan Zamora afirma que tuvo la oportunidad de hablar con el capitán en más de una ocasión, dejando claro que le pareció injusto el trato que recibió. De hecho, ha recordado cómo los capitanes de la Marina Mercante catalanes decidieron hacerle un homenaje. "Es la única vez que le vi realmente feliz".