Ana Rodríguez-Almeyda, manager de Camela desde 2005, cuenta cómo el grupo ha sufrido prejuicios sociales y musicales a lo largo de su carrera. "En algunos pueblos piensan que a los conciertos de Camela solo iban gitanos". "Ibas a un pueblo y te aparecía la Policía porque pensaban que se iba a montar un lío impresionante y el público de Camela es familiar", afirma a manager.

"En un pueblo cerraron los bares porque les da miedo que los destrozaran, solo uno se quedó abierto e hizo el negocio de su vida porque se llenó de gente", recuerda Ana Rodríguez-Almeyda, que afirma que la Guardia Civil les dijo que "no habían visto un concierto igual que no había ningún incidente".