En Alicante, la policía es alertada para intervenir en una reyerta multitudinaria. El conflicto se ha producido en la zona de copas del puerto, al que se dirigen aprisa en moto. En su llegada, retienen a cinco jóvenes presuntamente implicados.

Uno que presenta un corte en la mano cuenta que su grupo ha chocado contra un joven latinoamericano en el interior de una discoteca, quien se lo ha tomado a mal y les ha agredido.

Localizan al otro joven implicado. Este se tapa con un pañuelo una herida grave con sangre en la frente. Esta acompañado por su novia y por una amiga. A una de las chicas, le cuesta respirar. Es hipertensa y está sufriendo un ataque de ansiedad.

El joven colombiano entra en la ambulancia del SAMUR, donde cuenta su versión de los hechos. Explica que estaba en el interior del WC hablando con uno de los jóvenes implicados sobre tatuajes. Comenta que el chico actuaba de forma agresiva, por lo que salió el baño para evitar confrontaciones.

Fuera, un amigo del otro joven lo retuvo, y le propinó un puñetazo. Minutos después, otro le golpeó con una botella en la cabeza.

Los vigilantes de seguridad verifican a los agentes la versión del joven latino. Explican que el chico que se ha cortado en la mano, se ha herido al golpearle con la botella.