En Cádiz, los agentes en patrulla reciben una llamada alertando sobre la fuga de un paciente de un hospital, que padece un trastorno psíquico.

Otros agentes lo han localizado en una gasolinera cercana a la ubicación de los agentes. Se dirigen para hacerle entrar en razón. Llegan y hablan con el hombre, que aporta razones poco coherentes por el motivo de su fuga.

Le comentan que escapándose del hospital va a preocupar a sus familiares. Este dice que no quiere saber nada de ellos, por retenerle ingresado. Es sábado y quiere salir de marcha.