Los agentes acuden hasta el domicilio, en el que fuera se encuentra la mujer que les ha llamado tras recibir amenazas de su marido. Una vez respaldada por los agentes, llaman a la puerta pidiendo al hombre que salga. Se opone a salir, dice que quiere dormir.

La mujer se aleja junto a un agente. Le cuenta que su marido llega borracho casi todos los días a casa. Que las amenazas son continuas, y que en esta ocasión la ha intimidado con un cuchillo en la mano.

El hombre exclama que es ella la que está siempre borracha. Un agente le pide su documentación. Dice que la ha perdido. Tras varios rodeos accede y la entrega.

La mujer aclara que el hombre ha llegado a las cuatro de la mañana dando golpes a la puerta y que ha comenzado a amenazarla y a exigirle su tabaco.

Piden que salga del apartamento. El hombre enfurecido da media vuelta y cierra la puerta.