Los agentes valencianos, durante una patrulla por la calle, escuchan a una mujer gritando y pidiendo auxilio. Salen del coche e inmovilizan en el suelo al hombre que presuntamente la estaba maltratando. Llorando dice que no ha hecho nada.

Sospechan que se trate de una agresión sexual. Con la novia a parte, comentan lo sucedido. Dice que a su novio le ha entrado un ataque de celos cuando le ha visto bailar en una discoteca, y que la ha agredido por creer que estaba allí para ligar. A pesar de lo acontecido, la chica duda si denunciar a su novio.

Una amiga ha sido testigo de la agresión, y se presta a declarar. Cuenta que la ha agredido en diversas ocasiones, y que el joven tienes varios antecedentes a su espalda. La amiga la anima a ir al hospital y a denunciar las agresiones.