La policía recibe varias llamadas que proceden de un mismo vecindario. Alertan sobre los gritos de una mujer que está siendo maltratada, y que pudiera haber sido acuchillada.

Llegan al domicilio. Allí se encuentra la mujer con la cara ensangrentada, tumbada en una cama y sin poder moverse.

Los vecinos testifican que habían escuchado una fuerte discusión, en la que había golpes de por medio. La chica ha salido de su piso en busca de auxilio, y se ha refugiado en la casa de uno. El hombre ha salido tras ella, y ha amenazado a sus vecinos gritando con matarles si avisaban a la policía.

El presunto agresor, cubierto en sangre, explica a la policía que un vecino lo ha agredido con una estaca, y que han sido ellos los que en verdad han herido a la mujer.

Averiguan que el hombre la había propinado un puñetazo y esta ha caído desde el balcón debido al golpe.