La policía madrileña es alertada por un caso de violencia doméstica. Acude hasta el domicilio en el que se encuentra a una mujer y a una niña de tres años, con evidentes signos de agresión.

La mujer dice que el hombre con el que conviven, aclarando que no es su pareja, ha llegado borracho y las ha golpeado. Cuenta además, que la novia del agresor con la que también conviven, suele ser maltratada por el mismo.

Otros agentes, localizan al autor de las agresiones en la calle, que niega haberlas golpeado.