Alberto Chicote se traslada a Cádiz para intentar reflotar por primera vez en la historia del programa un buffet libre. Para hacer una primera valoración, el chef de Pesadilla en la cocina cuenta con Pablo Carbonell, cantante, humorista y actor gaditano que conoce a la perfección la comida de su tierra.

Aparte de la comida que no es precisamente apetecible, el local tiene un aspecto antiguo, poco atractivo y el ambiente está muy lejos de ser acogedor. El restaurante, aunque ha funcionado muy bien durante más de 70 años, en los últimos tiempos la clientela ha caído de forma alarmante.

El futuro del restaurante pende de un hilo y el legado de varias generaciones corre peligro. La llegada de Alberto Chicote es el último cartucho que le queda a sus dos dueños para salvar este buffet en el que sus vidas profesionales están en juego.