El chef tendrá que empezar desde lo más básico porque tienen "un problema de los gordos": desde cómo calcular los precios a repartir el trabajo en sala o en cocina.

Alberto Chicote se reúne con los dueños de El legado de Andrés porque después de presenciar el primer servicio se ha dado cuenta del gran fallo en el restaurante: "El funcionamiento que tenéis o el sistema de trabajo no es que sea malo, es que es inexistente".

En primer lugar Chicote quiere saber qué han tenido en cuenta para calcular los precios de venta de los platos. Andrés dice que tiene en cuenta el producto principal del plato pero no otros ingredientes como "las cebollas o los ajos" ante lo que Chicote pregunta si se las regalan.

El cocinero hace ver a los dueños que no presupuestar parte de lo que se sirve en el plato les está haciendo perder alrededor de 30.000 euros al año: "Nos estamos matando a trabajar y Chicote nos ha abierto los ojos", asegura Ana.

Ese no será el único descubrimiento que el chef les haga a los dueños de El legado de Andrés: la división de la sala para que cada camarera se encargue de una zona o repartir el cocinado de los platos entre el personal de cocina o como cantar las comandas son otros de los básicos que aprenden de Chicote.

Otros momentos destacados

Durante el primer servicio, la actitud de Ana, la dueña de 'El legado de Andrés' y jefa de sala, desespera a los camareros y a Alberto Chicote.

Ana se derrumba al ver cómo sus meteduras de pata terminan con el abandono de los comensales. Sin embargo, su hija saca las uñas por su madre delante de todo el restaurante.

A pesar de la ayuda de Alberto Chicote en El legado de Andrés, Ana está perdida en la sala y Andrés en la cocina. Los clientes acaban devolviendo tantos platos que no hay género suficiente para seguir con el servicio y Chicote tiene que comunicar a los clientes que no pueden atenderles.

El equipo al completo asiste a la revelación de la nueva imagen de El legado de Andrés, la emoción de los dueños es evidente al descubrir el local totalmente transformado.

A pesar del entusiasmo por hacer un buen trabajo en la reapertura, Andrés sigue perdido con las comandas en la cocina y Chicote "se pone tan nervioso" que termina zarandeando al cocinero para hacerle reaccionar.