Preocupado por la falta de actitud de Luismi, el chef Chicote charla con Esther para valorar la verdadera situación del restaurante. Normalmente el chef cuando acude a los restaurantes todos demuestran que quieren sacar el negocio adelante. Sin embargo, en ‘El Parador de Villa’ el chef ve que ninguno de los trabajadores quiere que funcione.

Esther dice que la situación del negocio es fatal. “Al borde del abismo”. Deben a propietario del local dinero desde octubre y ha pedido una moratoria de hipoteca porque no puede pagar. Las deudas del restaurante afectan directamente a las deudas de su casa. “Yo no genero ni para mi casa ni para el local”, explica. Tienen dos niños de 7 y 3 años. Esther quiere que su marido se ponga las pilas porque si no, tendrán que dejar su casa.

“He visto desidia, languidez, dejadez”, comenta Chicote. El único motivo por el que se queda el chef es por Esther, porque tiene ganas e interés. La mujer lo justifica: “creo que mi marido está agotado psicológicamente. Es un hombre muy luchador y yo creo que está muy apagado”.