Cuando Chicote regresa a ‘La Mansión de Navalcarnero’, Amelia, la madre de José Luis, confiesa estar preocupada. Le comenta que a la gente que trabaja con ellos no le duele lo que está pasando. “Aquí nada le duele a nadie como a usted”, le dice Chicote.

El chef piensa que el dueño creó lo del picadero para levantar el restaurante y se equivocó. José Luis se justifica. “No hay nadie que coja el toro por los cuernos. Tienes un toro aquí cojonudo y no te haces responsable de nada”, comenta Alberto. El propietario baraja la opción del cierre, pero para eso Chicote no está ahí. “Eres Mister Escaqueitor, cada vez que te pregunto una cosa me sales con otra”.

José Luis explica que se metió en ‘La Mansión de Navalcarnero’ con otro socio, y al irse, la obra se le duplicó. Le faltaban 120.000 euros, por lo que habló con su madre para hipotecar la casa porque si no tenía que parar la obra y perder todo el dinero que había invertido.

A la mujer le pareció bien porque “tenía miedo, pero ¿qué no se hace por un hijo?”. El dueño asegura que no va a permitir que le toquen la casa a su madre, a pesar de tener una deuda de 40.000 euros. Si no levantan el restaurante, Amelia se queda en la calle. “Pues ayúdanos por favor” le pide la mujer a Chicote.