Al dueño de 'El Tigris' le cae "el chaparrón" de Alberto Chicote después de probar los platos del kebab. Unas críticas a las que responde Karim con silencio.

Chicote desgusta el arroz biryani, un arroz "que se queda sin textura" y mezcla fideos y arroz como quien mezcla paella y fideuá, es decir, "un plato de sobras". "Si este es el mejor plato que pueden servir aquí tenemos un problema y es de los gordos", comenta el chef de Pesadilla en la cocina.

Tras el arroz que Yasmín reconoce que es "congelado", llega el turno de la pizza Tigris. "Mira que la idea me gustaba, el resultado no", confiesa después de probar el plato del restaurante cuya base también es congelada.

El kebab de ternera tiene la carne seca y recocida y se queda como "plasticote"; las salsas "no valen nada", y el queso está "recién sacado de la nevera".

Por último llega la hora del tallín que no le hace gracia. "¿Qué hago yo ahora con esto?", se pregunta.

Tras la cata, llega la hora de hacer balance y darle su opinión a Karim, un hombre "orgulloso" que no se toma demasiado bien las críticas y opta por el silencio. "Sería muy positivo el obtener una visión de las cosas que te estoy contando, si no, ole tus cojones, se lo digo ahí a la planta", le dice Chicote.

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Tras conocer el menú, Alberto Chicote es testigo del primer servicio de'El Tigris'. El chef descubre el afán de Karim por no sacar el trabajo adelante por sus numerosos desplantes. Desplantes que terminan con Chicote cogiendo la puerta del kebab: "Yo he venido a trabajar no a hacer el canelo", comenta.

Ana le convence de seguir adelante y el kebab continúa pero con cambios en la organización. Sin embargo, a pesar de las modificaciones, el servicio se convierte en un caos por el error que comete Karim a la hora de apuntar las comandas. Alberto Chicote se desespera: "No te mato porque me quedo sin un camarero fuera que si no...".

Es Yasmina la que intenta poner orden en cocina para que pueda salir la comida en condiciones. Pero la presión a la que somete a las cocineras hace que Ana, su madre, termine derrumbándose. Chicote la consuela: "Una mujer con tanto valor como tú no debería llorar nunca".

Llega el momento de la esperada reforma en la que la plantilla de 'El Tigris' descubre el 'nuevo' restaurante kebab. Un cambio radical con el que Karim, el dueño, rompe a llorar. "Que se emocione mi padre es muy difícil y Chicote lo ha conseguido", confiesa la hija del propietario.

El servicio de apertura de 'El Tigris' arranca con muchos nervios y también errores. Los nuevos platos hacen que tanto en la cocina como en la sala anden perdidos por no saber las recetas y el emplatado. Chicote se queja por la presentación con la que sirven los platos. "Hazlo con un poco más de cariño eso parece un cagarro", le dice a Ana. Por suerte, termina siendo un éxito cuando Yasmina coge las riendas.