Alberto Chicote se reúne con el dueño de El Callejón para calmar la tensión que se ha creado tras su llegada: "Me gusta ir donde quieren que esté. ¿A mí me quieren aquí? Me fui con la sensación de que no", confiesa el chef.

David, el dueño, pide disculpas a Chicote diciendo que le necesita y le hace falta. Así, comienza a contarle la verdadera historia que hay tras su restaurante El Callejón: "Mi madre y mi hermano pequeño no tenían trabajo..."

El dueño de El Callejón sigue sin entender cómo su madre no responde como a él le gustaría, sabiendo que él montó el negocio para darle trabajo a su familia: "Que montes algo por una persona y que después no te responda, duele".