María Jesús, la dueña de Bámbola, se desespera en medio del servicio ante la tranquilidad de José: "No puedo más, ¿¡cómo te lo digo?!". José ni alza la voz y sigue yendo de un lado a otro, algo que saca de quicio a su mujer que cree que no pone de su parte para que todo funcione bien en Bámbola.

"¿Podéis parar?", les dice Rocío, la ayudante de cocina y hermana de María Jesús, cuando les ve al borde de un ataque de nervios.

Ante esta incómoda situación, la dueña de Bámbola abandona la sala para llorar tranquila: "No puedo más, Chicote, no lo entiendo".

El chef abraza a la dueña de Bámbola para darle fuerzas y así le ayuda a volver a entrar a la cocina, donde su hermana le da ánimos: "Aquí no se tira la toalla ni 'pa' bañarse".