Llega la hora de la cata en el restaurante 'BrasasYmás', pero Alberto Chicote no tiene ni los cubiertos puestos. "Aida y Mika deberían estar más al tanto de qué es lo que falta", dice Simo, encargado de la barra, al ver que sus compañeras no están atendiendo al chef. Tras un primer vistazo al menú, el chef tiene claro lo que va a pedir: paella de verduras, croquetas de calamar, potaje de judías y codillo a la jardinera.
Legan las croquetas, pero no son bien recibidas por Chicote. Las suspende, como en tantos otros locales: "Estas dos croquetas parecen más dos torpedos, están duras y con una bechamel con tinta para decir que es de calamar". Chicote atiza las croquetas contra la mesa cuando, de pronto, la camarera le pregunta si le han gustado. "Son una mierda, terribles. Tienen una coraza durísima y un relleno que sabe a tinta", responde.
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La cata sigue y es el turno de las judías. "No me puedo creer que esté yo solo y estén frías, Aquí hace un frío de cojones, que parece que estamos pescando pingüinos", comenta el chef. Para Aida, la comida que sirven el local es "de hospital". La sinceridad de la camarera deja reflexionando al chef. Puedes ver el resto de la cata en el vídeo que acompaña la noticia.
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