Los autores de esta artimaña fueron los influencers, que de pasar tanto tiempo en internet se han contagiado de aquellos mails en cadena en los que tenías que ingresarle 50€ a un rey nigeriano para que recuperase su enorme fortuna y te devolviese una parte. Pedroche comunicó al resto de concursantes las dudosas tácticas de los influencers, que tuvieron que aguantar estoicamente la ira de sus compañeros, como cuando el profe te pilla copiando en clase. A Pepe no se le veía tan cabreado desde que se acabó el fino en la Feria de Abril. El aumento de la temperatura competitiva nos dejó una de las mejores frases de lo que llevamos de siglo. La soltó una de las jerezanas: "Lo que están haciendo me parece vergonzoso, inmoral e indigno, pero vamos, que yo lo voy a hacer también". Chapó, ese es el espíritu de fraternidad que necesita nuestra sociedad en estos tiempos.

Los primos concursaron con gripe y se la contagiaron a Pepe, que sigue recorriendo Asia con su pañuelo de Pilycrim atado al cuello y su mirada de frecuentar afters. Pepe, en una muestra de madurez envidiable decidió canalizar su odio hacia Priscila llamándola 'Priscilla', en lugar de 'Priscila'. Por eso es nuestro concursante favorito, porque detrás de ese aristócrata sevillano de gomina y camisas de tres cifras en el precio, se esconde un adorable niño de 2º E.S.O.

Nos vemos la semana que viene en Pekín Express, ese lugar donde unos ex novios, unos aristócratas y unas pulpeiras se conocen en la India, y no es es una película de Almodóvar.