La artista y activista LGTBI Samantha Hudson actúa este martes en Fuengirola, un show que Vox ha tratado de impedir porque, dicen, sus canciones atacan y ofenden los sentimientos de los católicos y la figura de la virgen. Hudson no ha dudado en responder ante este intento de boicot: "Si la Virgen estuviera viva, vendría a mi concierto".

Estas han sido sus últimas declaraciones para hacer frente a la petición de cancelación del partido de extrema derecha. En una entrevista en Rac1, la artista ha justificado su "reproche a la Iglesia católica" en su música por el "desprecio" al matrimonio homosexual, entre otros aspectos.

Lo cierto es que esta petición de Vox de cancelar su actuación llega pocos días después de que en el festival Viva Vox 22 en Madrid se escuchase una canción que proclamaba"Vamos a volver al 36". La mallorquina ha señalado que esto es lo realmente "vergonzoso", destacando la diferencia entre esas letras y las suyas.

Pero no es la primera vez que Hudson se contesta a las denuncias de Vox. Hace unos días subió a su perfil de Instagram una fotografía en la que aparece posando desnuda, aparentemente durmiendo en una cama bocabajo. "Así de plácida duermo después de lidiar con tanto garrulo. Nos vemos en la feria de Fuengirola", explicaba.

Compartía además el mensaje con el que Vox Fuengirola informaba de que había solicitado a la Alcandía que se suspendiera la actuación. "Consideramos que el contenido de sus canciones ataca y ofende gravemente los sentimientos religiosos de todos los católicos y la figura de la virgen", rezaba dicho comentario.

Vox puso en su denuncia el foco sorbe la canción de Hudson que lleva el título de 'Maricón' y que contiene frases como "Soy maricón y me encanta Jesucristo" o "No sabía yo que el sexo anal fuera pecado, seguro que la virgen ya lo había practicado".