Para paliar los efectos de la inflación y fomentar el uso del transporte público, el Gobierno puso en marcha en septiembre una serie de abonos de tren gratuitos para Rodalies, Cercanías y medias distancias con viajes ilimitados. Desde entonces son muchos los ciudadanos que han solicitado estos billetes gratis, pero algunos están haciendo un muy mal uso de ellos.

Sucede especialmente con los trenes de media distancia: hay gente que compra billetes de viajes que luego no realiza. Así, personas que sí quieren y necesitan viajar se quedan sin plaza, en la página web o en ventanilla aparece que el tren va completo, pero en la realidad los vagones se quedan prácticamente vacíos.

Son muchos los usuarios habituales de estas líneas los que ahora están teniendo que recurrir más al uso del transporte privado y que denuncian que se de esta situación. Incluso, plantean que preferirían pagar su abono, como antes, cuando sí conseguían plaza cuando la necesitaban.