Al menos 2,8 millones de personas han huido de Ucrania desde que comenzó la invasión rusa del país, según ACNUR. Refugiados que, según alertan ya las ONG, tras huir de los bombardeos ahora se enfrentan a la amenaza de las redes de trata de seres humanos.

Desde la frontera con Polonia, país al que han llegado más de la mitad de los refugiados, Sara Rincón informa de cómo las ONG ya están advirtiendo de personas que se hacen pasar por voluntarios y realmente buscan un perfil muy concreto: mujeres rubias con ojos azules y niños pequeños con las mismas características físicas. La reportera explica que incluso ha presenciado cómo un hombre se acercó y quiso agarrar a una niña, aunque afortunadamente la madre de la pequeña se dio cuenta a tiempo.

Por su parte, Manuel Marlasca afirma que "ni en esta crisis de refugiados ni en ninguna otra" ha ido "gente que va robando niños", aunque advierte de que "es cierto que ahora mismo la gente que sale de Ucrania está en una especial situación de vulnerabilidad y cualquier situación de vulnerabilidad la hace pasto más fácil de cualquier organización de trata".

Una trata que puede estar destinada a la explotación laboral -"se puede dar el caso de que ucranianos radicados en distintos países de Europa capten a esos compatriotas y acaben siendo explotados laboralmente", precisa- o corresponder a mafias con fines de explotación sexual.

A su vez, Beatriz de Vicente avisa de datos "inquietantes" en este sentido e incide en cómo entre los países que más refugiados están acogiendo se encuentra Rumanía, "una de las potencias hablando de tratas seres humanos", al igual que Moldavia, Bulgaria y Rusia. "En Polonia ya se han detectado actividades no solo de malintencionados, sino de auténticas redes de trata", alerta la abogada y criminóloga, que detalla que sus víctimas pueden ser sometidas a explotación sexual, laboral, ser utilizadas para la realización de actividades delictivas o la mendicidad e incluso para el tráfico de órganos.

Así, De Vicente destaca la necesidad de "institucionalizar la recepción de los refugiados y hacer un control de las familias de acogida" y lanza una serie de advertencias para quienes huyen del conflicto:

- Cuidado con las furgonetas de particulares

- Cuidado con entregar la documentación personal

- Llevar siempre un teléfono móvil

- Decir a terceros dónde me voy

- Cuidado si me ofrecen dinero