Desde que Olivia seguía boquiabierta el avioncito, ha pasado
mucho tiempo, ahora tiene 8 años, pero a su padre sólo le quedan unas imágenes
que guarda como si fueran oro. Alberto, el padre, explica que no sabe dónde
está su hija "desde hace dos años y medio".
Aunque lleva tras la pista de su hija desde la Navidad de
2011 cuando, en pleno proceso de separación, su exmujer -polaca- se la llevó de
vacaciones a Polonia, y no regresó.
Sobre Kasia Glond, la madre de Olivia, pesa una orden
europea de detención por sustracción de menores. A la lentitud de la Justicia,
el padre de Olivia suma el sentirse desamparado, por la Interpol, la policía
polaca y, sobre todo, el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Cinco años luchando en los que el peso de la Justicia, que
no llega, para él se ha convertido en una losa.