Para Valeriano Campillo, presidente de la Asociación de Vecinos de El Molí, el balconing es el pan nuestro de cada día. "Llevo 59 años en la isla. Los que somos gente de aquí llevamos tantos años que nos hemos acostumbrado. Esto lo tenemos casi cada semana", asegura.
El vecino cree que el balconing es inevitable. "Tenemos tantas maneras de ocio que se debe al alcohol y a las drogas. Los chicos se emborrachan se van al hotel y se suben al balcón", relata a Más Vale Tarde.
Campillo insiste en que, en la mayoría de los casos, los incidentes están relacionados con el turismo inglés. "En el balcón ya no hay base para sentar el trasero, pero se resbalan y como van borrachos se van abajo", añade.