Tras la superlunade este miércoles, que desde algunos lugares del mundo ha podido verse rojiza gracias a un eclipse lunar, Isabel Zubiaurre explica en Más Vale Tarde por qué a veces es posible ver el satélite de color rojo o amarillo.

La experta en meteorología explica en el plató el motivo usando un foco de luz blanca -que representa la luz del sol- y un prisma, con el que podemos ver cómo la luz se divide en los colores del arcoíris.

Si nos fijamos, vemos que la luz que sigue la línea más recta y menos se desvía es la roja, mientras que la azul, en cambio, se va desviando mucho más. Y es que la luz roja es la más potente, capaz de atravesar cualquier cosa que se interponga en su camino.

Así, si escenificamos el eclipse total de luna, utilizando el proyector como si fuera el sol y poniendo la Tierra entre el astro y la Luna, el color que más se ve sobre el satélite es el rojo: es el color que consigue atravesar con más eficiencia la atmósfera de la Tierra y por eso tanto los atardeceres como los eclipses lunares se ven con ese tono rojo.

En el vídeo que ilustra esta noticia puedes ver la explicación completa de Isabel Zubiaurre, que avanza que el próximo 24 de junio podremos volver a ver la superluna y, en esta ocasión, un poco más amarilla.