Los microplásticos son pequeños fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros que van a parar al mar y de ahí a nuestro estómago. Lo "preocupante", explica el experto Miguel Aguado es que los productos que contienen este tipo de plásticos tóxicos no tienen etiquetas que nos adviertan de lo peligroso de estos plásticos.

Aguado cuenta que existen dos vías por las que este tipo de plásticos llegan al mar: una es por plásticos más grandes (botellas, bolsas, redes de pesca) que se microfragmentan con las corrientes, otra son la de los pequeños plásticos, como los de la pasta de dientes, las cremas desmaquillantes o el agua de la lavadora, que retiene fibras de poliéster. Todos ellos acaban en el mar.

Afectan a un total de 800 especies. Algunos animales mueren y otros introducen estos plásticos en su corriente sanguínea. Consecuentemente, nosotros al alimentarnos los traspasamos a nuestro organismo. Se calcula que cada año ingerimos 11.000 microplásticos que afectan gravemente a nuestra salud.

Además, Miguel Aguado señala que son perjudiciales para la salud "por la toxicidad de sus componentes químicos". Afecta al sistema endocrino, en aumentos de diabetes, en la infertilidad y en algunos tipos de cáncer.