Miguel Aguado, consultor de sostenibilidad, cuenta que la ropa contamina desde que se produce, porque utilizamos muchos recursos, por ejemplo, grandes cantidades de energía. También en el transporte, ya que compramos ropa que viene de la otra parte del mundo. Además, al desecharla cuando ya no queremos usarla, su impacto en el medioambiente es "bastante alto", explica Aguado. De hecho, la industria textil es la segunda mayor contaminante del planeta.

Por ello, se están empezando a trabajar en alternativas y soluciones par atajar este problema. Aguado asegura que se está "investigando con bacterias que degradan y se comen el plástico cuando ya no lo utilizamos y sobre todo cuando se deposita en el mar". "Otro hecho es que se está creando nailon para producir ropa que proviene de desechos", apunta el experto.

A la hora de comprar, Aguado señala que debemos pensar que no necesitamos tanta ropa, y "tenemos que olvidarnos de las ofertas tres por uno, porque luego no lo utilizamos". También, pone el foco sobre "escoger materiales naturales como el algodón y las lanas". Y si son ecológicos u orgánicos "mejor".

Además, a la hora de cuidarla, es recomendable "lavarla con temperaturas bajas". La lavadora tiene que estar "bien cargada" y de ropa que esté "realmente sucia". El detergente también tiene un efecto contaminante, así que cuanto más natural mejor.