Con motivo de la semana europea de prevención de residuos, Más Vale Tarde analiza cómo está funcionando el ecodiseño, una técnica que consigue envases más respetuosos con el medio ambiente y que ya supone un 40% de las iniciativas a favor del medio ambiente que se han llevado a cabo en 2018.

Un ejemplo de ecodiseño es la reducción del peso y de los materiales utilizados en algunos envases cotidianos. Las botellas de agua ya tienen un 18% menos de material que antiguamente, mientras que los vasos del yoghurt ya pesan un 21% menos y las latas de refresco hasta un 20%.

Esta técnica es muy importante ya que es en la fase de diseño de los envases en la que se determina el 80% del impacto ambiental que tendrán (en función de cómo se diseñen, qué material y cuánta cantidad se use, la forma, etc. En los últimos 20 años se han reducido más de medio millón de toneladas de materia prima gracias a Ecoembes y las empresas que ponen en práctica el ecodiseño. Solo en 2018, más de 2.000 empresas aplicaron ecodiseño a sus envases.

Envases comestibles

El futuro nos lleva hacia la creación de envases comestibles, y es que podríamos estar ya muy cerca de tenerlos en nuestra propia casa. Para demostrarlo, Más Vale Tarde ha hecho un experimento en directo para demostrarlo.

Para conseguir 'agua envasada en agua', necesitamos alginato de sodio conseguido de algas y lactato de calcio, procedente del queso. Debemos echar un gramo de alginato en un vaso de agua que batiremos fuertemente antes de dejarlo reposar 15 minutos. Una vez reposado, ya está.

Por otra parte, echamos 5 gramos del lactato en el equivalente a cinco tazas de agua y removemos durante tres o cuatro minutos. Posteriormente, cogemos bolas del primer compuesto y las introducimos en el segundo. De esta manera, como puedes ver en el vídeo, habremos conseguido envasar líquido en un envase líquido.