En verano sudamos más, y es que mientras que a lo largo del año sudamos unos 700 mililitros al día, en esta época del año o haciendo ejercicio físico intenso podemos subir esa cifra hasta los 3 litros. Por lo tanto, sí es cierta la creencia de que a más calor, más sudor.

Pero, ¿es cierto que el sudor huele mal? La respuesta es no. El sudor no huele a nada, es absolutamente inodoro y a lo que huele nuestra piel realmente huele a caca de bacteria. Esto se produce porque las bacterias que habitan en nuestra piel se alimentan del sudor y las transforman en estas sustancias que percibimos.

Además, factores como la higiene o los alimentos que consumamos pueden provocar que el olor sea peor. Por ejemplo, la cebolla o los espárragos no son buenos clientes para el sudor.

Tampoco hay diferencia entre hombres y mujeres. Lo que ocurre es que normalmente los hombres tienen más masa muscular y aumentan más su calor corporal provocando una mayor sudoración, pese a que las mujeres tienen más glándulas sudoríparas. Las mujeres tienen menos calor que enfriar.

Otro falso mito es que sudar adelgace o elimine toxinas pese a la reciente moda viral que se extendió por redes sociales de envolverse en film de plástico para bajar más rápido de peso.

Por último, hay que desmentir que el desodorante evite sudar, ya que su función es simplemente tapar el olor. Si lo que queremos es sudar menos, tenemos que usar antitranspirante, que bloquea los conductos de las glándulas sudoríparas. Se pueden usar perfectamente todos los que encontremos en la farmacia.