En el año 2006, Sonia Ferrer protagonizó una portada de Interviú. 17 años más tarde, la presentadora ha confesado que aquella portada fue, en realidad, un chantaje por parte de los fotógrafos. En Más Vale Tarde, asegura que no le pagaron "ni un duro" por aquellas fotos, explicando cómo llegó a sentirse "una privilegiada".

"Es terrible decir eso. Decía 'qué bien que, por lo menos, me ofrecen una alternativa'. Tenías que elegir entre lo muy malo y lo menos malo", cuenta. Ferrer celebra que los tiempos hayan "cambiado mucho" pese a que parezca que la portada es "de anteayer".

Ahora, celebra que casos como este no ocurran, pero sí recuerda que "pasan otras cosas". "Hay gente con ojos del siglo pasado. Lo de Rubiales es un clarísimo ejemplo. Es un caso que muchos vemos como clarísimamente un comportamiento machista y otros dicen que es un momento de alegría, que no pasa nada, estas feminazis...", lamenta.

Para ella, esas personas con ojos de otro siglo "acabarán dándose cuenta y viendo las cosas de distinta forma".